¿Dónde podía encontrar semejante escaparate a un coste tan bajo?
Como no tenía mucho tiempo
para la vida social, eran pocas las oportunidades de conocer a posibles
pretendientes. Y ahí estaba la ventaja de internet; su principal argumento para
entrar en ese chat que le proporcionaba una ocasión única: hombres de todos los
países y edades; blancos, tostados y negros; rubios y morenos; peludos y
calvos; solteros, divorciados y viudos (también casados, pero a estos los
descartaba); de personalidad y físico diferentes, de gustos variados… cientos,
miles, quizá cientos de miles… todos estaban allí, en esa página mágica. ¡Y
muchos se interesaban por ella! ¿Dónde podía encontrar semejante escaparate a
un coste tan bajo? Era el lugar ideal para coincidir con una posible pareja que
se ajustara a sus necesidades, y eso justificaba todas esas horas de navegación
hasta la madrugada.
Además estaba el propio
juego, que en sí mismo, por qué negarlo, la cautivaba. El coqueteo de siempre,
pero con otros medios y mucho mayor alcance. Cierto que faltaba el contacto real, cuya
emoción, defendía ella, es insuperable. Pero eso de hablar con varios a la vez
y poder hacerlo en camisón, sin maquillarse, sin depilarse las piernas y con la
máscara nutritiva en la cara... pudiendo poner la foto de una fiesta en la que
estabas divina, o de cuando eras más joven, o esa de la playa con un
sugerente bikini y un bronceado espectacular… jajaja… escribir lo que te de la
gana sabiendo que no te ven, ni te conocen... reírte con tantas tonterías sin
aguantar al patoso, y cortar cuando te apetece simplemente apagando el
aparato… le resultaba fantástico.
--- Hola me llamo Fernando, te acuerdas de mí --- Acababa de encender
el ordenador, y apenas entraba en la página cuando se coló este mensaje de un
tal “Romeo”.
--- ola k haces guapa --- ahora era “hombre sincero” quien llamaba a la
puerta.
--- Aquí estoy, nada especial, ¿y tú?
--- jejeje, Romeo es mi nik aki pero soy Fernando.. te dije que me
encantava bailar salsa recuerdas
--- te estaba esperando guapa. ayer no entraste --- escribió “hombre
sincero”.
--- A mí también me gusta la salsa. Me gusta mucho bailar --- escribió
Virginia.
--- Eres muy amable por esperarme. Veo que eres un hombre galante,
además de sincero, según dice tu nombre, jajaja. Oye, ¿Cuánto mides? --- contestó al otro mensaje.
--- Hola cielo!!!! Que
alegría!!! Te has pensado ya si nos
vemos el finde? --- un tercero, “Sebastián49”,
entró en liza.
--- kieres que vallamos a bailar el sábado ---- insistió “Romeo”
--- te demostrare lo galante que soy cuando nos veamos k nada le falte a mi chica jejeje mido 178 te gusta
--- ¿Dónde quieres llevarme a bailar salsa?
--- como salsa? quieres ir a bailar salsa sabes a mi no me gusta
bailar se me da muy mal (Virginia se dio cuenta de que se había equivocado de
destinatario).
--- Tranquilo, tranquilo. Si no te
gusta bailar, no pasa nada. Podemos ir a otro sitio. Por cierto ¿Cuánto mides?
--- ¿Dónde quieres llevarme a bailar salsa? (Ahora
sí acertó mandándole el mensaje a “Romeo”).
--- guapísima estas ay --- preguntó “hombre sincero”, sintiéndose
olvidado.
--- Sí, sí, perdona.
--- ablas con otros a la vez
--- No, no, disculpa. Me llamaron por teléfono --- mintió.
--- si kieres ir a bailar vale ke vallamos por ke se un sitio guai.. pero por ke no
kedamos antes para tomar un algo y asin nos conocemos
Ninguno de esos tres posible
pretendientes llegó muy lejos. “Hombre sincero” era un caballero de pacotilla,
un inculto que escribía fatal y un celoso sin causa al que muy pronto se le
terminó el rollo de cursi hortera. “Sebastían49” le pareció un tipo insulso que
sólo quería llevársela a la cama; y por añadidura, su estatura, 1,65 según
dijo, era insuficiente. Y “Romeo” estuvo
cerca de convencerla para ir a bailar porque a ella le encantaba y la tentación
estuvo ahí, pero las faltas de ortografía le condenaron al ostracismo
definitivo. Como buena secretaria, era algo que no toleraba. Tampoco pretendía
que escribieran con la pulcritud que ella lo hacía respetando hasta los
acentos, pero poner vallamos o decir asin ¡era demasiado!
En las muy frecuentes, casi
diarias, sesiones de chat, tuvo muchas experiencias. “Salto del tigre” insistió
en invitarla a un loco fin de semana de sexo salvaje en una caravana. Como ella
se reía mucho de sus estupideces, le dio cuerda; pero el tigre se puso muy
pesado con sus repetitivos rugidos y tuvo que borrarlo de sus contactos. “Ave Fénix” le habló, le habló y le
habló de su avión privado, ofreciéndole
que le acompañara a un viaje inolvidable a Laponia; pero cuando llegaba el
momento de concretar la fecha, el aparato se estropeaba, el piloto se ponía
enfermo o no llegaban los permisos de vuelo.
“Fielfidel” le aseguró que desde que chateaba con ella no había vuelto a
mirar a otra mujer; pero sus pésimas poesías acabaron con las escasísimas
posibilidades de que su brillante estrategia cuajara. “Caballero feliz” estuvo
dos semanas enviándola flores y
corazones virtuales, hasta que le confesó que era viudo y buscaba una esposa
que fuera una madre para sus tres preciosos hijos. Un planazo, vamos. Fue el
mismo día en que “Sin Tabús” la sorprendió cuando al conectar la webcam, que él
le pidió, lo halló completamente desnudo disfrutando una erección.
Además de “Fielfidel” había
otros hombres cultos; como un tal “Ovidio52”, profesor de lenguas clásicas en
un instituto de Jaén, quien gustaba valerse de enriquecedoras citas para
ilustrar cualquier argumento. Cuando Virginia le comentó que necesitaba a alguien
para orientar a su hijo mayor sobre sus futuros estudios universitarios,
Ovidio52 contestó: “Limpia la maleza y
deja que la planta crezca (proverbio
chino anónimo)”. Y cuando compartió con él que su jefe le había propuesto
trabajar algunos sábados por la mañana con una atractiva bonificación, pero que
no sabía qué hacer porque apreciaba mucho ese tiempo libre, su sentencia fue
rotunda: “Mira en tu interior (Ching
Tgong Nishong)”. También entraban al chat intelectuales más avezados. Uno
de ellos, con el grandilocuente nick
de “MancodeLepanto”, asombró a Virginia
cuando, modestia aparte, le comunicó que su escrito “El pulpito feliz” había
sido finalista en el “I Concurso de Cuentos Muy Breves Ría de Arousa”, y un
amplio resumen estaba publicado en la web del ayuntamiento de Cambados. Ahora,
según añadió, llevaba seis meses trabajando en su siguiente proyecto: “La
necorita obediente”, que pensaba presentar al “IV Certamen de las Letras y el
Marisco de O Grove”. Su error fue insistir en que su pasmada compañera de chat
leyera ambos tesoros literarios. Virginia le borró de inmediato, y decidió que
puesta a elegir, prefería las erecciones de
“Sin Tabús”.
Con tanto payaso virtual en
el chat de www.ligatodoloquequieras.com, lo pasaba de cine pegada al ordenador;
pero ahí quedaba todo. Por una razón u otra, pues siempre encontraba alguna,
rechazaba o aplazaba sine die
cualquier propuesta de cita. ¿Miedo a una nueva frustración?
(Fragmentos del libro "Quién no tenga un cable cruzado que tire la primera piedra". Un libro ¿de humor? ¿de ficción? para regalar en estas fiestas).
"Qué
difícil que el ingenio de un autor, como ocurre en este libro, obligue a
reflexionar y a reír sobre situaciones aparentemente absurdas que sin embargo
son reales como la vida misma”
Pilar
Cernuda
Periodista
“He
encontrado en estos relatos el humor en el que más creo y con el que más
disfruto”
Isabel
Ordaz
Actriz
"Es humor puro, del mejor, del que acostumbran a manejar los grandes maestros"
Alicia Mariño Espuelas
Crítico literario de Radio Nacional de España
PRECAUCIÓN
El contenido de este
producto puede provocar sonrisas, carcajadas, desconexión mental,
divertimiento, sensaciones agradables, deseos de ser feliz y otros efectos saludables. Si es alérgico a
estos síntomas, antes de consumirlo debe consultar a su psicólogo.
A todos los que tenéis la amabilidad de seguir este blog, os doy mis más sinceras gracias y os deseo un feliz año 2014 pletórico de salud, un poco de humor, algún que otro objetivo cumplido y un sentido de la vida que os permita disfrutarla.
(Yo, desde luego, no tiro la primera piedra).
Chema Buceta
2-1-2014
twitter: @chemabuceta
www.palestraweb.com
www.psicologiadelcoaching.es
Gracias a ti por hacernos despertar de vez en cuando. ¡Feliz año de nuevo!
ResponderEliminarMuchas gracias. Feliz año!!
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