domingo, 30 de septiembre de 2012

COACHING OUTDOOR





El pasado viernes comenzaron las actividades presenciales del segundo curso del Master en Psicología del Coaching de la UNED, con un bloque específico sobre Coaching Outdoor. Este incluye actividades propias del Outdoor Training (entrenamiento fuera del contexto laboral habitual, preferiblemente en espacios abiertos) junto a principios y técnicas del Coaching. Se realiza en grupo, y su objetivo fundamental es que los participantes, a través de las vivencias que proporcionan los ejercicios outdoor y de la intervención del coach en relación con éstas, se sensibilicen, reflexionen y optimicen alguna habilidad para mejorar su rendimiento individual y como grupo. Por sus características, el Coaching Outdoor es una herramienta muy valiosa para desarrollar aspectos de enorme trascendencia en los equipos de trabajo: espíritu de equipo, cooperación, comunicación, competitividad, apoyo a los compañeros, planificación, estrategia, gestión del éxito y el fracaso,  confianza, liderazgo… y también para ayudar al crecimiento personal.

En los años anteriores a la crisis (ahora, en menor medida), las actividades outdoor se incorporaron a los programas de formación de muchas empresas con resultados variados. En bastantes casos ha predominado el componente lúdico sobre la consecución de objetivos de rendimiento. Los participantes lo han pasado bien alejados de la oficina y de las rutinas y los problemas diarios, pero la experiencia no ha ido mucho más allá de divertirse y conocerse un poco mejor en un entorno informal. En ocasiones, esto justifica por sí mismo el outdoor, pero en la mayoría de los casos supone la infrautilización de un recurso que, bien administrado, podría proporcionar más beneficios.

El aprovechamiento del outdoor para hacer Coaching, permite aumentar las posibilidades de ambas herramientas en su objetivo de contribuir a optimizar el rendimiento individual y grupal. El coach diseña las actividades outdoor para que provoquen procesos y comportamientos relevantes que, posteriormente, darán lugar a un enriquecedor debate; y éste favorece una reflexión que pretende propiciar cambios significativos en la vida cotidiana de los participantes. Por ejemplo, valiéndose de distintos juegos, el coach plantea una prueba que exige la cooperación de los miembros de un equipo, una situación difícil que obliga a tomar una decisión conflictiva, o un ejercicio muy complejo que conduce al fracaso. Las vivencias de los participantes enfrentándose a estos elementos, y la observación de su comportamiento por parte del coach, proporcionan oportunidades muy útiles para el debate posterior (denominado “debriefing”). Las habilidades del coach deben estar presentes durante todo el proceso, pero sobre todo en el debate; pues es aquí donde, en función de los objetivos que se persigan, podrá sacarle a la actividad el máximo partido. Por ejemplo: aprovechando la prueba de cooperación, puede propiciar que los participantes destaquen fortalezas y debilidades observadas en el ejercicio, favoreciendo una reflexión que ayude a optimizar la cooperación en el ámbito diario.

El papel del coach no es el del moderador de una tertulia que administra el turno de palabra, ni tampoco el de un profesor que transmite sus conocimientos, sino el de un especialista que aplica principios y técnicas característicos del Coaching. Entre los primeros, debe respetar que los protagonistas son los participantes y no él, lo que supone priorizar y aprovechar las vivencias de aquellos en lugar de imponer su propio guión o dar opiniones personales o consejos. En cuanto a las técnicas, además de escuchar, resumir, empatizar, guardar silencios y hacer preguntas apropiadas para flexibilizar creencias rígidas y provocar procesos de reflexión, al ser una actividad en grupo debe incorporar estrategias para involucrar a todos los participantes, utilizar las vivencias de unos para la reflexión de todos, aprovechar las coincidencias y los contrastes, transformar las discrepancias en oportunidades y, en definitiva, manejar el funcionamiento del grupo de la manera más eficaz.

El Coaching Outdoor es un instrumento muy valioso para optimizar el funcionamiento individual y grupal, sobre todo con personas y equipos ambiciosos que persiguen mejorar su rendimiento. Una inversión inteligente, incluso en tiempos de crisis, para activar procesos enriquecedores que pueden estar “dormidos” y alcanzar metas más altas o aprovechar oportunidades nuevas. Pero conviene recordar que no se trata de juegos divertidos dirigidos por entusiastas “cheerleaders” o vendedores de “optimismo/humo” sino de un método de trabajo que para ser eficaz debe ser aplicado por coaches que dominen esta versión del Coaching.

Chema Buceta
30-9-2012

twitter: @chemabuceta


3 comentarios:

  1. Chema, buen recuerdo de esas jornadas y dándolo todo me veo en la foto, qué bueno!
    Por aquí me tienes leyéndote y a seguir aprendiendo siempre.
    Un abrazo desde Zaragoza.

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  2. Me llena de alegría ver como el deporte mueve a tanta gente luchando por unos valores que no te dan los juegos o el trabajo como el esfuerzo, sacrificio y deportividad
    http://utopia-consultores.com/

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  3. A ver si lo probamos ya que nos dedicamos al coaching de equipos y esta experiencia me parece muy positiva para reforzar lazos y trabajo en equipo entre los integrantes

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