martes, 5 de enero de 2016

QUERIDOS REYES MAGOS: TRAEDME SUERTE PARA MIS NERVIOS

                                                            ¿Cuestión de suerte?
 
Queridos Reyes Magos:
En 2016 espero competir en los Juegos Olímpicos de Río. Aún no estoy clasificado, pero estoy seguro de lograrlo porque he trabajado duro y me lo merezco. Estar en unos Juegos representando a mi país es mi máxima aspiración, lo que siempre he soñado. Estuve a punto de ir a Londres en 2012, pero creo que no tuve la experiencia suficiente para clasificarme. Me preparé bien: seguí un plan meticuloso, entrené duro, cuidé mucho la alimentación… y según mi entrenador estaba listo, y yo también lo pensaba, pero cuando llegaba el momento de hacer la marca… nada! Casi no podía dormir y salía muy nervioso. Algo mental. La falta de experiencia. Otras veces estoy nervioso, pero eso me ayuda a concentrarme y en cuanto empiezo me encuentro bien. Salvo en el campeonato de Europa cuando tenía una de las mejores marcas y no logré entrar en la final. Ese fue simplemente un mal día de cabeza. No se puede estar siempre bien. Pasé la página y seguí entrenando duro. Es la mejor manera. Si no salen las cosas, se entrena más duro. Siempre lo he hecho así y me ha ido bien. Y este último año he entrenado muy duro, con muchos sacrificios, así que estoy seguro de que no me pasará como la otra vez y me clasificaré para Río. Por eso, solo os pido suerte: que no me lesione y llegue en mi mejor momento, y que pueda dormir bien y no ponerme tan nervioso. De todas formas, dejo una de mis zapatillas favoritas por si además queréis dejarme algún detalle (me vendría bien  una novia que me entendiera, jajaja) e incluso algún consejo.  ¡Ah! tomaos el mazapán que os dejo. Por supuesto, yo ni lo he probado!

La noche del 5 de enero, archivó la carta en el disco duro del ordenador y se fue a la cama. Por la mañana había entrenado duro, pero a diferencia de otras muchas noches, no le dolieron las piernas y apenas tardó en conciliar el sueño. Durmió bien y despertó fresco. Había dejado en el salón una de sus zapatillas y sabía que “el amigo invisible” que compartía con sus compañeros de piso no fallaría. Así fue. Junto a la nike de último modelo había un paquete que contenía unos CDs de su música favorita. ¡Un regalo estupendo! Y el suyo también tuvo mucho éxito, así que una mañana de Reyes perfecta. Y después, ¡a entrenar!  Ya en la pista, al calzarse la zapatilla que había dejado en el salón, notó que había algo dentro: un papel doblado (???). Lo abrió y… leyó…

Querido amigo:
La suerte está en todo aquello que no puedes controlar, y ahí podemos hacer poco, salvo desearte que la estrella que nos guía esté de tu lado. Pero puedes reducir el efecto de la suerte si te concentras en lo que depende de ti. Dices que entrenas duro, y en fin, nosotros no entendemos, pero seguramente estará bien. Pero ¿qué haces para controlar esos nervios? ¿Simplemente, esperas que no aparezcan o no te perjudiquen? ¿qué la suerte te acompañe? Después de todo lo que entrenas y lo bien que te cuidas, ¿por qué dejas que la suerte decida sobre tus nervios? ¿No sería mejor que fueras tú quien los dominara? Seguro que tu entrenador es muy bueno en lo suyo y tú tienes más experiencia que hace cuatro años, pero ¿no sabes que hay especialistas de lo de la cabeza (como tú dices), psicólogos del deporte que pueden ayudarte decisivamente? Claro, tendrás que buscar a buenos profesionales: no vale cualquiera; como tampoco vale cualquier entrenador, ¿o no? En tu carta dices que sabes lo que te falló para no ir a Londres, así que… tú mismo!
Qué tengas un buen año!
Melchor, Gaspar y Baltasar

(Feliz año olímpico a todos, seáis deportistas o no. Qué cualquiera que sean vuestros objetivos, ganéis terreno a la suerte y, como los grandes campeones, dependáis todo lo posible de vuestras decisiones acertadas, la ayuda apropiada y el trabajo constante y adecuado).


Chema Buceta
5-1-2016

@chemabuceta

www.psicologiadelcoaching.es

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