En los próximos días
tendrá lugar en Madrid el IX Congreso Hispano-Luso de Psicología del deporte,
un gran evento en el que participarán grandes profesionales de Portugal y
España. Con este motivo, dedico este artículo a contestar algunas
preguntas habituales sobre la Psicología del deporte.
¿Qué es la Psicología
del deporte?
Es la aplicación de la Psicología al campo del deporte,
siendo sus objetivos principales ayudar a que los deportistas se enganchen al
deporte de una manera sana, se esfuercen para superarse, optimicen su
rendimiento y puedan alcanzar sus metas.
Cuando se trata de deportistas jóvenes, el objetivo prioritario es contribuir a que el deporte desarrolle valores y habilidades como
el compromiso, la disciplina, el respeto, la tolerancia a la frustración, la
superación personal, la fortaleza mental
o el trabajo en equipo, de forma que, a través del deporte, los jóvenes
sean mejores personas. En la élite, la Psicología permite maximizar el
rendimiento de los deportistas.
La Psicología del deporte también se ocupa de optimizar el
funcionamientos de los entrenadores, los árbitros, los directivos, los padres
de los deportistas y todos cuantos participan en el deporte, de forma que este
sea una actividad beneficiosa y cumpla con sus objetivos. En definitiva, en
todos los ámbitos del deporte lo psicológico tiene una gran trascendencia, y
por tanto, se trata de que la Psicología juegue a favor y no en contra.
¿Cómo influye la
Psicología en el éxito deportivo?
El éxito deportivo depende de diversos factores: la
preparación física, la técnica, la táctica, la estrategia, la actuación del
rival… y por supuesto, la Psicología es uno de ellos. Se suele asumir que en el
alto rendimiento, cuando todo lo demás está más o menos al mismo nivel, es la
Psicología lo que determina más el resultado final. Por ejemplo, en un partido
muy igualado, el deportista que sea capaz de controlar sus nervios, tendrá más
posibilidades de ganar que el que no tenga esa capacidad y por tanto sean los nervios los que le controlen a él.
En el entrenamiento, el aspecto más determinante es la
motivación. Una motivación alta favorece que los deportistas realicen los
esfuerzos necesarios para poder progresar. También la concentración para que aprovechen al máximo el tiempo de entrenamiento. Después, en la competición son clave
la autoconfianza, la concentración y el control del estrés, sobre todo en los
momentos más críticos. Además, en los deportes de equipo es importante
desarrollar una buena cohesión. Los entrenadores pueden aprender a influir
favorablemente en la psicología de sus deportistas, y estos pueden
desarrollar habilidades psicológicas que los hagan más fuertes mentalmente. En
ambos casos, el psicólogo del deporte juega un papel fundamental.
El aspecto de mayor importancia para conseguir
el máximo rendimiento de un equipo es que exista una interdependencia positiva
entre lo colectivo y lo individual. Es fundamental que haya un objetivo común
claramente definido que sea lo suficientemente atractivo y alcanzable, y que
cada jugador perciba que consiguiendo dicho objetivo podrá beneficiar sus
intereses individuales. Esta es la base para que exista un proyecto colectivo
que involucre a todos, aunando su motivación y su mejor esfuerzo. Otros
factores de gran relevancia son que cada deportista conozca lo que se espera de
él, asuma su rol y respete el de los compañeros. Asimismo, que los jugadores se
sientan escuchados, útiles y valorados y puedan participar en algunas de las
decisiones que conciernen al equipo y a sí mismos. El “ordeno y mando” ya no
funciona, y una comunicación abierta es fundamental. También lo es potenciar un
clima estimulante, emociones positivas comunes y una autoconfianza colectiva, así como
concretar y fomentar las conductas de cooperación entre los miembros del equipo
y la responsabilidad individual de cada uno de ellos.
¿Cuál es el aspecto
más importante cuando un deportista va a competir?
En general, se puede decir que mientras en el entrenamiento
es la motivación el aspecto psicológico más importante, en la competición lo es
la autoconfianza. Para competir bien, el deportista debe confiar en los
recursos de que dispone, tanto antes de comenzar como a lo largo del recorrido,
y sobre todo en los momentos más críticos, en los que la autoconfianza resulta
decisiva.
La autoconfianza no es creer a ciegas, sino el resultado de
un planteamiento realista sobre el que se puede erigir un optimismo razonable.
El deportista con autoconfianza conoce cuáles son sus puntos fuertes y sus
debilidades, se centra en lo que depende de él, anticipa las dificultades que
se podría encontrar para así evitar las sorpresas y se prepara para combatir
la adversidad o cualquier situación estresante. La autoconfianza es el mejor
antídoto del estrés, y se desarrolla a través de diferentes vías:
fundamentalmente, estableciendo objetivos alcanzables, potenciando la
percepción de control respecto a las acciones que son necesarias para poder alcanzar tales
objetivos, anticipando las posibles dificultades y aprendiendo de las experiencias propias y ajenas para rendir mejor
en ocasiones futuras.
¿Es importante la
Psicología en el deporte infantil?
El principal objetivo del deporte infantil es formar a los
jóvenes a través de la actividad deportiva: Formarlos no solo como deportistas,
sino fundamentalmente como personas, ya que aquí el deporte debe ser un
instrumento y no un fin. Para que eso suceda, la Psicología juega un papel
determinante. Por ejemplo: es importante mantener alta la motivación de los
jóvenes por el deporte, ya que sin ella abandonarán o lo harán sin el
compromiso necesario para que el deporte sea un instrumento que verdaderamente contribuya a su formación integral. También es clave que a través del
deporte, los jóvenes se sientan competentes y desarrollen una fortaleza mental
que les haga crecer como personas. La forma en que los entrenadores, directivos
y padres gestionan el deporte tiene una gran trascendencia, por lo que conviene
que adquieran conocimientos psicológicos y dispongan del asesoramiento de los
psicólogos. El deporte, en definitiva, es una poderosa herramienta formativa si
se utiliza bien, pero puede ser perjudicial si se usa mal, como sucede en el caso de bastantes chicos que abandonan muy frustrados. La Psicología es clave para que la
gestión del deporte resulte beneficiosa.
¿Los entrenadores
deportivos tienen que ser psicólogos?
Se dice que los buenos entrenadores son buenos psicólogos, y
lo cierto es que una de las principales responsabilidades de un entrenador es
influir en el estado mental de sus deportistas para conseguir de ellos el
máximo rendimiento. Muchas de las decisiones y acciones de los entrenadores
tienen como objetivo impactar en la motivación, la autoconfianza, la
concentración, la asimilación de contenidos, el estrés, el estado de ánimo o la
cohesión de equipo de los deportistas a su cargo, y de ahí que se diga que
tienen que ser buenos psicólogos. Evidentemente, no son psicólogos titulados;
pero sí directores de personas que deben incorporar la Psicología a su
liderazgo.
Se asume que los conocimientos técnicos de los entrenadores
varían poco de unos a otros, siendo la forma en que dirigen a los deportistas para obtener lo mejor
de ellos lo que diferencia a los mejores. Conscientes de eso, cada vez son más los entrenadores que más allá de
su intuición, se interesan por la Psicología y son asesorados por psicólogos
para influir en sus deportistas a través de sus decisiones, charlas, sesiones
de video, el propio trabajo en la cancha u otras acciones. Y esto no es
incompatible con la función que, paralela y coordinadamente, pueden realizar
los psicólogos del deporte. Al contrario, lo más apropiado es que el entrenador y el psicólogo del deporte trabajen en la misma dirección.
¿Qué hace un psicólogo
del deporte?
El psicólogo del deporte es un profesional, titulado
universitario en Psicología con una especialización en Psicología del
deporte, que se ocupa de aplicar la
Psicología al ámbito del deporte. Su trabajo consiste en observar, evaluar,
asesorar y entrenar a los protagonistas de la actividad deportiva, tanto a los
propios deportistas como a los entrenadores, directivos, árbitros, padres de
los deportistas y otros implicados. Para eso, utiliza conocimientos, técnicas e
instrumentos desarrollados por la Psicología científica.
No existe un modelo de trabajo único. En ocasiones, los
psicólogos se centran más en entrenar a los deportistas para que dominen
habilidades que les permitan autorregular su funcionamiento mental, mientras
que otras veces se ocupan más de
asesorar a los entrenadores o los directivos. La actuación del psicólogo puede
formar parte del plan general que siguen los deportistas como un elemento más,
o tener lugar cuando surjan situaciones concretas que la hagan necesaria o aconsejable. En
cualquier caso, lo importante es que el psicólogo comprenda que está ahí para
ayudar a los entrenadores y los deportistas sin ser él el protagonista, que se
adapte a las necesidades existentes y a lo que sea viable, y que en definitiva,
realice un buen trabajo que beneficie a los deportistas.
Para más información sobre el IX Congreso Hispano-Luso de Psicología del deporte y realizar la
inscripción, podéis entrar en www.palestraweb.com
y pinchar en el enlace del congreso. Si asistís, allí nos vemos!
Chema Buceta
17-10-2015
Twitter: @chemabuceta