Quiero escribir este artículo antes de que se dispute el
partido de vuelta de la Champions
entre el Bayern de Munich y el Atlético de Madrid. Si se lee más tarde, por
favor nótese que se publicó antes. La urgencia estriba en que sea cual sea el
resultado de ese partido, quiero opinar sobre algo que en el fragor de las
batallas deportivas que acaparan la actualidad, ha pasado
prácticamente desapercibido: la acción del Cholo Simeone introduciendo un balón
en el campo mientras el equipo rival conducía un contraataque que entrañaba
bastante peligro. Increíble, pero cierto.
El Cholo ha sido sancionado con tres partidos, y la noticia secundaria es verlo sentado en la grada, como mucho comentando cómo intenta transmitir sus instrucciones a través del pinganillo de su vecino, pero sin analizar lo ocurrido. Eso no cuenta. ¿Ganar justifica
cualquier medio?
Este esperpento me recuerda un partido de baloncesto de competición escolar cuando yo
empezaba, en el que un entrenador, quedando pocos segundos para el final, con el fin de
detener a un contrario que había robado el balón y marchaba solo hacia la
canasta para ganar el partido, salió al campo y lo sujetó. Como es
lógico, le señalaron falta técnica, pero el muchacho que lanzó los dos tiros
libres no anotó, y tras sacar de banda, tampoco encestaron sus compañeros, por
lo que el equipo del entrenador transgresor ganó. No recuerdo la sanción que se
impuso a ese entrenador, pero el mal estaba hecho. Ganar justificaba los
medios, y el susodicho se sintió muy orgulloso de su “genialidad”. Cierto es que se trataba de un joven
entrenador de apenas 20 años, mientras que el míster atlético es un grande. Aquello fue una chiquillada de un chaval equivocado. Lo del Cholo, una gran falta de responsabilidad.
Se ensalzan por doquier las cualidades del Cholo Simeone
como líder; yo, también. Su liderazgo ha sido pieza clave para transformar al
Atleti y convertirlo en uno de los equipos más importantes de Europa. Suceda lo
que suceda en lo que resta de temporada, lo que el Cholo ha realizado desde su
llegada es digno de admiración; y no solo por los buenos resultados, que son
una consecuencia, sino por cómo ha liderado al equipo y conectado con la afición
para poder optar a objetivos impensables antes de su fichaje. En el
debe, sin embargo, no se debería ignorar que esa imagen viendo el partido desde
la tribuna no es nueva, pues por diferentes motivos ha estado sancionado varias
veces. Algunos dirán que es un debe menor, que esto no es el
deporte escolar y que en el fútbol profesional lo único importante son los
resultados deportivos. Incluso hay algunos que basándose en eso, le ríen las salidas de tono y
hasta las valoran favorablemente como un recurso más de quien “defiende a los
suyos”. En la guerra, todo vale, y si hay que echar un balón al campo para
detener una jugada del adversario, pues se hace y punto. ¿Tres partidos en la
grada? Daños colaterales menores. "El fin justifica los medios".
Simeone suele hablar de los valores de su equipo mas allá de
lo deportivo. A veces, en mi opinión, les da
una trascendencia social que está sobrevalorada por quienes tanto le adulan, pero es cierto que lo que dice
y hace tiene un gran impacto. Lógico, tratándose de alguien que gracias a su
liderazgo, está consiguiendo tan buenos rendimientos. Precisamente por eso,
debería considerar que la falta de fair
play y de respeto a los árbitros que en ocasiones exhibe, constituye un mal
ejemplo para los entrenadores jóvenes que como es obvio tienden a imitarlo y también para los miles de aficionados que
loan sus gestas. "Si el adalid de los valores y el liderazgo exitoso utiliza
triquiñuelas para conseguir el fin, será que es ese el camino lícito que cualquiera que se precie debería emplear". Cuando alguien asume, o le colocan y no
rechaza, el papel de casi guía espiritual, convendría que fuera consciente de la
trascendencia de su comportamiento no solo en aquello de lo que se
puede presumir tras unos buenos resultados, sino también de los gestos que aunque
aparentemente eclipsados por el éxito, la adulación externa y los intereses de algunos medios de comunicación, pueden tener una influencia negativa en el
comportamiento de los demás.
Deseo que mañana el Atleti pase a la final y que el Cholo Simeone, durante mucho tiempo, siga al frente del equipo con sus extraordinarias habilidades, pero me gustaría
aun más que eso fuera compatible con un comportamiento ejemplar. ¡NO más partidos
desde la grada!
Chema Buceta
2-5-2016
Twitter: @chemabuceta
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